Saga Milenium... un éxito en ventas decepcionante.

  He de reconocer que me dejé llevar, una vez más, por el increible mundo de la publicidad y el márketing dentro de un mundo donde no deberían de intervenir, la literatura. Ésto provocó mi curiosidad hacia la saga Milenium, concretamente con su primer libro, "Los hombres que no amaban a las mujeres". Al acabar la larga novela policíaca (de la cual no hablaré, ya que, qué no sabemos de ella) me quedé sosteniéndola y pensé: ¿De verdad es para tanto?. A pesar de no haberme convencido del todo, sí que reconozco que algun personaje captó mi atención, y yo, inocente de mí, pensé que en los siguientes libros ahondarían más, ya que era de lo poco que merecía la pena. Di rienda suelta a mi curiosidad y compré el siguiente ejemplar, dado que en la biblioteca era complicado pillarlo.

  Si la primera parte de la trilogía no me resultó de gran calidad, desde luego, la segunda parte la convierte en obra maestra.
 
  En este libro, Larsson, su autor, amplia los errores cometidos en el primero, sobre todo la incapacidad para centrarse en el argumento principal y contar mil historias sin relación ni sentido.
 
  Como en la otra novela, Larsson tarda una eternidad en entrar en materia. El libro prosigue la historia en el punto donde dejó el anterior, con la protagonista Lisbeth Salander de vacaciones por el Caribe. Se trata de una parte que no aporta nada en absoluto. Ahí la vemos tomar el sol, estudiar matemáticas y tratar de resolver el teorema de Fermat (para demostrar lo lista que es), ligar con un chico (menos mal que es insociable) y demostrar lo mucho que odia a los hombres que odian a las mujeres. Larsson se complace en contarnos todos y cada uno de los movimientos de Salander, si va en coche, que come, qué viste, con un detallismo maniaco e inútil.
    Y todo ésto por no hablar del relleno. Un libro de unas 700 paginas de las cuales 500 sobran. 
     Como buen best seller, sus personaje principal cae simpático, lo que provoca mil y un "errores" a lo largo del libro que provocan que sea terriblemente poco creible, una chica que ha sufrido abusos de pequeña pero es deshilibida sexualmente, que tiene relaciones con chicas pero deja claro que no es lesbiana, que es asocial pero se relaciona perfectamente, o es tremendamente violenta debido a su pasado pero solo con los "malotes".

A esto he de añadir el uso abusivo de publicidad de empresas suecas como pueden ser Ikea o H&M (porque como todos sabemos el autor era sueco), lo que provoca, haciendo relación al uso de relleno páginas y páginas que confundes con el catálogo de Ikea para describir una habitación o con el de H&M para describir el interior de un armario, ahí un ejemplo:

 "Compró dos sofás del modelo Karlanda, en tela de color arena, cinco sillones Poäng, de estructura flexible, dos mesitas redondas lacadas de color abedul claro, una mesa baja de centro Svansbo y unas cuantas mesas auxiliares Lack. En el departamento de estanterías y almacenaje encargó dos juegos Ivar -combinación de almacenaje- y dos librerías Bonde, un mueble para el televisor y unas estanterías de almacenaje Magiker con puertas. Lo completó todo con un armario Pax Nexus, de tres puertas, y dos pequeñas cómodas Malm.
Tardó un buen rato en elegir la cama, pero finalmente se decantó por el modelo Hemnes, una estructura de cama con colchón y accesorios. Como precaución también compró una cama Lillehammer para la habitación de invitados. (esto dura dos páginas)"

Para mi gusto, una blasfemia hacia la literatura policíaca

En fin, os invito a discrepar o a coincidir conmigo. ¿Habéis leido la saga? ¿os ha gustado? ¿Sois asiduos a los "Best Sellers"? ¿Y a la literatura policíaca?

Nota: Estoy leyendo "Los ojos amarillos de los cocodrilos", ¡ya os contaré!